Al levantarte antes que nada, bebe uno o dos vasos de agua. Al dormir solemos deshidratarnos, por eso es tan importante hidratarnos ni bien nos despertamos. El agua activa nuestro cerebro y otros órganos vitales; prefiere el agua tibia que es más saludable.

El ejercicio es beneficioso para tu salud física, mental y emocional. Tómate unos 5 a 10 minutos antes de entrar a la ducha para hacer un poco de ejercicio. Si te cuesta mucho, que sean solo 3 minutos, verás como en unas semanas más me agradecerás este dato.

Lávate los dientes con la mano que habitualmente no utilizas, haz lo mismo para enjabonarte cuando estés en la ducha. Esto es un excelente ejercicio para estimular nuestro cerebro y crear nuevas conexiones. Ya en la ducha canta y salpícate de pensamientos positivos y estimulantes, no sólo limpies tu cuerpo… limpia también tus pensamientos para renovar tus energías. Ni se te ocurra pensar en algo en modo pesimista, repítete una y otra vez “¡Hoy es un gran día!”. 

Desayuna en forma saludable, con alimentos livianos y nutritivos, libres de azúcar.  Prefiere siempre pan y cereales integrales.  La fruta es una excelente opción, es energética y saludable. Si en esta época prefieres evitar alimentos fríos, te recomendamos cocinar la fruta al vapor o en compota. Mastica con lentitud y tómate tu tiempo para disfrutar ese momento. Escoge alimentos de calidad para el resto de tus comidas, recuerda que comer no es lo mismo que  alimentarse.  Tenemos que entregarle buenos nutrientes a nuestras células; si ellas están bien, tu estarás y te sentirás a toda máquina. 

Durante el día acostumbra a tomarte algunas pausas de unos minutos para respirar conscientemente. Cierra los ojos y siente como pasa el aire cuando inhalas y exhalas. Una buena respiración en consciencia plena te ayudará a evitar y disminuir el estrés. Además con estas pausas te ahorraras mucha plata en ansiolíticos y tranquilizantes.

Rodéate  y acércate a personas como tú que buscan tener un buen día y que saben aprovechar las oportunidades para mejorar su calidad de vida. Personas que se centren ver el vaso medio lleno en vez del vaso medio vacío.

Nuestro cuerpo necesita que le demos un lugar cómodo y apropiado para hacer sus procesos omeostáticos. Nosotros le decimos descansar, dormir. Pero en este tiempo de descanso, en nuestro cuerpo se realizan numerosas funciones que nos preparan para poder continuar en estado de vigilia.  Este proceso nos entrega las energías que necesitamos para estar bien en un nuevo día, por ello es muy importante que respetemos los horarios de descanso.

Si incorporas estos hábitos a tu vida, muchas cosas pasarán. Fortalecerás tu sistema inmunológico,  mejoraras tus habilidades neurológicas,  activarás el aparato circulatorio y con ello la oxigenación de tus órganos. Mejoraras tu digestión, porque ya no vivirás con estrés, y todo esto repercutirá mejorando tu humor, tu creatividad y la relación que tienes con tus familiares y amigos.

Como ves… pequeños cambios de hábitos pueden resultar grandes cambios en nuestra vida y salud.